La DBS sigue siendo eficaz al cabo de 10 años
El parkinson es una enfermedad degenerativa y motora ocasionada por la pérdida de las células cerebrales productoras de dopamina, neurotransmisor crucial en el control del movimiento.
Varios pacientes en quienes los medicamentos ya no generan efecto, han logrado controlar los síntomas de la enfermedad a través de un implante cerebral que envía electricidad en forma constante a ese órgano (DBS), con el fin de bloquear las señales nerviosas anómalas que provoca el temblor en estos pacientes. Estudios han demostrado que la estimulación cerebral profunda que entrega este implante es eficaz y segura y mejora la calidad de vida de estas personas.
Ahora un estudio revela, por primera vez, que los beneficios de esta terapia pueden durar hasta 10 años después de realizado el implante y pese a la progresión de la enfermedad.
La investigación, realizada por científicos de la Clínica Neurológica de la Universidad de Perugia (Italia) y el Centro de Trastornos del Movimiento de la Universidad de Toronto siguió a 18 pacientes con Parkinson avanzado que recibieron implantes para la estimulación cerebral profunda entre 1996 y 2000. A estos los evaluaron antes de realizarse el implante, al año de la cirugía y 5 y 10 años después de esta. Además, midieron la evolución de su enfermedad en cuatro momentos diferentes: cuando estaban sin medicamentos y sin implante, cuando tenían medicamentos, pero no implante, cuando tenían sólo implante y cuando tenían ambos.
Según publica la revista Archives of Neurology, los resultados mostraron que a 10 años de la cirugía, aquellos pacientes tratados con medicamentos e implante seguían mostrando una mejoría en su función motora, en sus movimientos lentos y en los test de rigidez, además que experimentaban menos temblores en sus extremidades, una de las mayores complicaciones de este mal.
Elena Moro, una de las autoras responsable del artículo y directora médica del Centro de Trastornos del Movimiento de la Universidad de Toronto explica a La Tercera que la mejoría a nivel motriz es del orden del 45% a un año del implante, de un 40% a los cinco años y de un 25% a los 10 años. "Aunque disminuye según pasa el tiempo, el beneficio sigue siendo importante, y es mejor aún si se compara la estimulación por implante con la medicación por sí sola", dice.
De hecho, en el ítem de postura, la mejoría se mantenía igual en el primer año de tratamiento y una década después. "Nuestros resultados apoyan la respuesta a largo plazo de la estimulación cerebral profunda en pacientes con enfermedad avanzada, que mostraron una mejoría motora prolongada de hasta 10 años", concluyen los autores.