Investigación
2012 Año de la Neurociencia

La Neurociencia nos informa sobre el fundamento de nuestras sensaciones, pensamientos y emociones, sobre nuestra conducta social, nuestra creatividad e inteligencia. Por tanto, la Neurociencia es fundamental para comprendernos como seres humanos. La declaración del año 2012 como Año de la Neurociencia en España por parte del Parlamento Español representa una oportunidad única para dar impulso a la investigación neurocientífica, el fomento del conocimiento sobre el cerebro en la sociedad, y el impulso de la enseñanza del funcionamiento del cerebro a los estudiantes de todos los niveles
La obra de Cajal y sus discípulos de la Escuela Histológica Española constituye la aportación más destacada de nuestro país a la Ciencia de todos los tiempos. Con unos medios materiales muy limitados Cajal demostró que el sistema nervioso está constituido por células independientes, las neuronas, que se comunican entre sí mediante contactos especializados llamados sinapsis. Junto a las neuronas, Cajal describió dos tipos de células llamadas células astrogliales y oligodendrogliales. Por estos hallazgos Cajal obtuvo el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1906, compartido con el italiano Camilo Golgi. Más allá del galardón, estos descubrimientos fueron tan importantes que, a día de hoy, Santiago Ramón y Cajal es el científico más citado de todos los tiempos. Es también el único científico español que ha recibido un Premio Nobel por un trabajo realizado enteramente en España.
La Neurociencia moderna surge por tanto en España, a finales del siglo XIX, de la mano de la Teoría Neuronal de Santiago Ramón y Cajal, impuesta como eje fundamental de organización del sistema nervioso. Desde entonces, un conjunto de disciplinas científicas (fisiología, biofísica, bioquímica, biología celular y molecular, psicología, bioinformática, etc) se han ido integrando bajo el término Neurociencias. Ello ha permitido un firme y rápido avance en el conocimiento del sistema nervioso, su desarrollo, su estructura, su funcionamiento y de sus enfermedades. La Neurociencia nos informa sobre el fundamento de nuestras sensaciones, pensamientos y emociones, sobre nuestra conducta social, nuestra creatividad e inteligencia. Por tanto, la Neurociencia es fundamental para comprendernos como seres humanos. Además, la investigación neurocientífica proporciona medios para combatir las enfermedades cerebrales y mentales que son causa de gran sufrimiento y carga económica personal y social.
El grado de desarrollo alcanzado por la Neurociencia hace recomendable que el conocimiento de las propiedades y características de las funciones cerebrales sea incorporado al diseño de los programas educativos. Si el cerebro es el órgano que nos permite comprender la estructura de la materia, del cosmos, de la vida y de sí mismo, la formación en Neurociencia ha de ser esencial en los programas educativos de grado y postgrado, tanto en ciencias sociales, como en las ciencias exactas, físicas o de la salud.