Relatos

El Secuestrador

Share

El Parkinson.
Lo atrapó para siempre, no hay recompensa, no existe negociación alguna para recuperarlo y cada día que pasa lo atrapa más y más;

por momentos lo inmoviliza o lo hace temblar, lo obliga a mantener un pañuelo entre las manos para limpiarse la boca y lo que es peor le atrapa la mente cada vez más seguido.

Le roba la voz, se apodera de sus pensamientos, le obliga ver y oír lo que no existe.
Lo llena de fantasmas, de temores, de inseguridades, debilidades, necesidades, celos, desconfianza………
Donde está él? , lo necesito, lo extraño tanto! . ……

Estoy aprendiendo a vivir de una forma nunca imaginada.

El Parkinson también me ha atrapado a mi, solo que de forma diferente.
Mi vida es otra, no hay temblor, no hay rigidez, no hay salivación, no necesito medicamentos.
Hay tristeza, añoranza, rabia ¡es tan difícil!

Tengo miedo.

LUJA