En los últimos años, y con mayor intensidad cuando se acercan las citas electorales, los gobiernos de muchos países han continuado una tradición de retórica de buenas intenciones acerca de la centralidad del paciente en el Sistema de Asistencia Sanitaria. En cada documento oficial han abundando atractivos tópicos como: “prioridad a los pacientes”, “los pacientes ante todo” "la centralidad del paciente".
Sin embargo, poner a los pacientes en primer lugar, se ha convertido en un menú de self service del cual los decisores políticos pueden seleccionar a su gusto.
En realidad, a pesar de los proclamas, se continua usando la palabra "paciente" allí donde en realidad se sigue pensando en la "enfermedad", y tanto los gestores en la planificación, organización y asignación de recursos, y como derivada ultima los profesionales, siguen poniendo el foco de atención en tratar la enfermedad mas que en tratar la persona.
En contra del paternalismo médico tradicional, poner al paciente en el centro del sistema de asistencia sanitaria significa, situar al paciente como gestor de su propia enfermedad, al frente de la toma de decisiones sobre su salud, como “consumidor” de servicios sanitarios, un paciente que cuenta con mayor posibilidad de elección, mejor información, y con derecho de evaluar la calidad del servicio que ha recibido.
Este principio tiene validez general, pero resulta absolutamente fundamental si consideramos que el aumento de población con enfermedades crónicas, la discapacidad, y la fragilidad demandarán un modelo diferente de atención sanitaria –un modelo no clínico, si no social- .
En resumen, cual es la diferencia entre el modelo de asistencia sanitaria basada en el paciente y el modelo basado en la persona?
Cuando aún no hemos acabado de interiorizar que es lo que realmente significa ofrecer una atención centrada en el paciente (MCPa) nos sorprenden con un nuevo adjetivo que parece además va más allá del anterior: medicina centrada en la persona (MCPe)
Una médica de familia bastante prágmática, Barbara Starfield (2011) cree que, en contraste con la atención centrada en el paciente, la atención centrada en la persona se basa en el conocimiento acumulado de las personas, lo que proporciona la base para un mejor reconocimiento de los problemas y necesidades de salud a través del tiempo y la asunción de este concepto debería así de facilitar al profesional la atención adecuada a estas necesidades en el contexto de otras. Es decir, se centraría específicamente en la persona en su conjunto. Este enfoque además permitiría unos servicios sanitarios más racionales y económicos.
El problema está en que los sistemas sanitarios no están preparados para abordar este tipo de atención.
¿Hay algo nuevo y práctico para el clínico en este nuevo enfoque?
Pero volvamos al clínico, cualquier clínico busca en estas corrientes encontrar algún componente esencialmente práctico que le permita reorientar su labor diaria en la consulta cuando no rejuvenecerla. En este sentido tanto la atención centrada en el paciente como el cuidado centrado en la persona exigen el adecuado reconocimiento de los problemas de salud que sufren las personas.
El cuidado es mejor cuando se reconoce cuáles son los problemas de los pacientes más allá de un diagnóstico. El reto de una atención sanitaria centrada en la persona sería pues contribuir a hacer mejor este reconocimiento y documentación de los problemas. Los diagnósticos son interpretaciones profesionales de observaciones y, cada vez más, de los resultados de laboratorio.
El clínico necesita entender la relación entre los problemas que presentan los pacientes y los diagnósticos posibles para legitimar mejor sus planes de manejo “no basados en diagnósticos”, y para de paso, poder justificar lo que hace ante la estrechez de miras (y la exigencia de cifras) de los gestores.
Para Barbara Starfield la esencia de centrarse en la persona implica un enfoque temporal que debe superar el enfoque de la “visita médica”. Se extiende más allá de la comunicación, porque gran parte de ella se basa en el conocimiento del paciente (y de la población en la que viven los pacientes) que se acumula con el tiempo y no está específicamente orientada a los episodios de enfermedad. Cualquier médico de familia sabe que para que un médico y un paciente trabajen juntos tomen decisiones realmente compartidas se requiere haber tenido una relación de larga duración. Otro factor clave es la importancia de la multimorbilidad frente a la cronicidad.
Diferencias entre atención centrada en el paciente y centrada en la persona | |
Atención centrada en el paciente |
Atención centrada en la persona |
Generalmente referido a interacciones en visitas médicas | Generalmente referido a interacciones a lo largo del tiempo |
Más bien orientado a episodios | Considera los episodios como parte del curso de experiencias vitales |
Suele centrarse en el abordaje de enfermedades | Ve la enfermedad como un fenómeno interralacionado |
Suele ver la comorbilidad como varias enfermedades crónicas | Considera la morbilidad como una combinación de diferentes dolencias (multimorbilidad) |
Suele ver los sistemas corporales diferenciados unos de otros | Ve los sistemas corporales interrelacionados |
Utiliza sistemas de codificación que reflejan las condiciones definidas por profesionales | Utiliza sistemas de codificación permitiendo también especificar las preocupaciones de las personas |
Enfocado primariamente a la evolución de las enfermedades que padecen los pacientes | Enfocado primariamente a la evolución de las experiencias sobre problemas de salud de las personas así como sus enfermedades |
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Referencias
Miles A y Mezzich JE. The care of the patient and the soul of the clinic: person centered medicine as an emergent model of modern clinical practice; International Journal of Person Centered Medicine 2011;1:207-22
Starfield B. Is patient centered care the same as person focused care? The Permanente Journal 2011;15:63-69