Preguntas frecuentes Parkinson FAQ

Preguntas frecuentes

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¿Qué es la enfermedad de Parkinson?

Es una enfermedad del sistema nervioso.

Se trata de una enfermedad neurodegenerativa (crónica y progresiva), que afecta a la parte del cerebro encargada del control del movimiento, de la coordinación, de la destreza muscular y del control postural.

La enfermedad de Parkinson se caracteriza por la degeneración de un tipo particular de células (sustancia negra) que son las encargadas de fabricar dopamina

La dopamina es la sustancia responsable de transmitir la información para el correcto control de los movimientos.

¿Cuál/es es/son su/s causa/s?

La causa real es desconocida.

Se cree que el origen es multifactorial, que influyen diferentes factores:

-      Genéticos

-      Toxicoambientales

-      Traumatismos craneoencefálicos leves y repetidos

-      Alteraciones metabólicas

¿A quién suele afectar?

La aparición de esta enfermedad es independiente del sexo y de factores sociales, económicos y geográficos.

Pero sí está relacionada con la edad de la persona, y con los cambios degenerativos que la edad provoca en el cerebro de las personas,  el 1% de la población mayor de 65 años la padece,  con el aumento de la edad aumenta la  probabilidad  de padecerla .

Cada vez son mas frecuentes los casos en personas menores de 40 años.

El 15% de los enfermos de Parkinson comienzan antes de esta edad.

Síntomas Parkinson

La enfermedad suele iniciarse de forma sutil y paulatina.

La sintomatología de la enfermedad de Parkinson puede dividirse en dos, síntomas motores y no motores.

Los síntomas Parkinson motores son:

-      Lentitud y dificultad de movimiento

-      Rigidez

-      Temblor

Estos provocan importantes dificultades en las actividades de la vida diaria, en diferentes momentos; por ejemplo, al caminar, girar en la cama, escribir, etc.

Los síntomas Parkinson no motores son entre otros:

-      Voz más débil y monótona

-      Cara inexpresiva

-      Ansiedad, depresión

-      Trastornos sueño: insomnio, sueño fragmentado, sueños vividos

-      Estreñimiento

-      Disminución sentido del olfato

El temblor, quizá es el síntoma que antes se relaciona con la enfermedad de Parkinson . Es el síntoma más conocido, aunque no está siempre presente. Es más evidente en reposo, se reduce cuando la persona está relajada, disminuye al realizar un movimiento voluntario, desaparece cuando la persona duerme y empeora ante estados de ansiedad, emociones, concentración mental… .

La intensidad del temblor también aumenta al caminar.  Puede aparecer unilateralmente, y varía según la fase evolutiva de la enfermedad. Mandíbula, lengua y cara son los últimos en afectarse.

En la mayoría de los casos no es invalidante.

Rigidez muscular consiste en una resistencia o falta de flexibilidad para mover pasivamente las extremidades. Con la progresión de la enfermedad puede volverse severa.  La ejecución del movimiento se ve entorpecida por la rigidez.

La rigidez por si sola no es incapacitante, pero  unida a la lentitud de movimiento, provoca torpeza motora tanto en movimientos finos, como al caminar así como trastornos de la postura. Puede dar lugar a dolores y calambres musculares.  

Bradicinesia o lentitud de movimiento es uno de los síntomas más habituales e incapacitantes existiendo un retraso y lentitud al iniciar el movimiento voluntario, así como una pérdida de los movimientos automáticos. También debido a ello existe una fatigabilidad en los movimientos repetitivos de manera que se pierde la armonía del movimiento.

Afecta, por tanto, a diferentes tipos de movimientos :

-      repetitivos ( cepillarse los dientes, remover una cacerola).

-      Secuenciales (abrocharse una serie de botones)

-      Automáticos   (parpadear, tragar, balancear los brazos al caminar)

-       voluntarios   (caminar, vestirse, levantarse de una silla, escribir).

En la enfermedad de Parkinson existe una tendencia a un mayor aumento de tono muscular de los músculos flexores respecto de los extensores, como consecuencia de ello, se provocan alteraciones de la postura:  adoptando la actitud flexa típica con  inclinación del tronco y la cabeza hacia delante; brazos por delante del cuerpo; los codos,  rodillas y muñecas semifllexionados.

Estos trastornos de postura no hacen más que empeorar la deambulación.   Trastornos del equilibrio y la marcha, la marcha se realiza lenta, a pasos cortos y torpes , se producen bloqueos , sobre todo después de periodos de inactividad, al pasar por lugares estrechos o con muchos obstáculos

En ocasiones aparece el fenómeno de la festinación, pasos cortos y rápidos con aceleración creciente, a veces  imposible  de frenar que provoca al enfermo de Parkinson numerosas caídas.

Los giros sobre si mismo son lentos y torpes y en ocasiones pueden propiciar caídas.

Así pues la marcha que realiza un afectado de Parkinson es una marcha inestable, donde puede haber trastornos del equilibrio por la pérdida de los reflejos posturales y de las reacciones de enderezamiento ante cambios bruscos de posición.

¿Cómo se diagnostica?

Al principio de la enfermedad no es nada fácil de diagnosticar porque los síntomas son leves, poco específicos y pueden llevar a confusión. La primera fase del Parkinson no suele presentar todos los síntomas corrientes y típicos, por ejemplo el temblor y la rigidez.  

A menudo el inicio de la enfermedad se manifiesta como:  

  • Dolores articulares pseudo-reumatológicos.
  • Cansancio (que se suele achacar al exceso de trabajo, etc.)
  • Arrastrar un pie.
  • Dificultades al escribir (letra pequeña e ilegible).
  • Cuadro depresivo de larga duración

¿Cómo lo diagnostica entonces el médico?

      Generalmente, el paciente visita a diferentes especialistas y no mejoran sus problemas, por lo que se descartan las enfermedades "comunes" (reuma, circulatorio, estrés, etc.) y se piensa ya en los trastornos menos "conocidos" (neurológicos).  

      Se suelen hacer pruebas altamente tecnificadas (RMN, TAC, SPECT, PET, etc) y no suelen aparecer signos anormales (se descartan procesos tumorales cerebrales, micro-derrames o trombosis, etc.).  

    El médico llegará a la conclusión de la existencia de un Parkinson sobre todo basándose en los signos clínicos externos (las "quejas" del paciente y la exploración directa) que presenta el enfermo.  

 

      Se confirmará este diagnóstico por la respuesta del paciente a la medicación con L-Dopa, y a la posterior evolución del cuadro clínico hacia una forma de un Parkinson típico.

¿Cuál es el curso de la enfermedad?

     La velocidad de progresión de la enfermedad es muy variable según qué pacientes. Aunque el Parkinson es un mal progresivo, esto es que no tiene cura sino que siempre va a ir avanzando con el paso del tiempo, con la medicación antiparkinsoniana adecuada a cada caso y las terapias de rehabilitación complementarias, se puede frenar el ritmo de avance (velocidad) y la intensidad (molestia) de los síntomas razonablemente. La calidad de vida cotidiana puede ser satisfactoria durante muchos años.  

     En general, las formas rígido-acinéticas son más molestas y menos controlables que las formas temblorosas del Parkinson

¿Qué etapas tiene la enfermedad?

       Hohen y Yhar establecieron los 5 niveles ("Estadios") clásicos de progresión de la Enfermedad de Parkinson. Hay que hacer hincapié de nuevo en que ni mucho menos todos los pacientes que la sufren van a evolucionar hasta los últimos niveles: 

  • Estadio 1: Síntomas leves, afectan sólo a una mitad del cuerpo.
  • Estadio 2: Síntomas ya bilaterales, sin trastorno del equilibrio.
  • Estadio 3: Inestabilidad postural, síntomas notables, pero el paciente es físicamente independiente.
  • Estadio 4: Incapacidad grave, aunque el paciente aún puede llegar a andar o estar de pie sin ayuda.
  • Estadio 5: Necesita ayuda para todo. Pasa el tiempo sentado o en la cama.

¿Voy a terminar confinado en una silla de ruedas?

     Solamente el 15% de los enfermos de Parkinson llega a padecer un grado de deterioro motor tan grave que necesite ayuda constante para hacer cualquier actividad, dependa de otras personas y se pase la mayor parte del tiempo en una silla o en la cama, sin poder moverse en absoluto por sí mismo.  

     Si la cifra le parece muy alta y le atemoriza, déle la vuelta: el 85% de los pacientes de Parkinson no terminarán en silla de ruedas. ¿A que ahora no es realmente alta? No entre en pánico innecesariamente.

¿La enfermedad de Parkinson es mortal?

      No. Hoy día nadie "se muere de Parkinson". La esperanza de vida de un E.P. es prácticamente igual que la de la media nacional.  

      Lo que sí debe hacer el paciente de Parkinson es cuidarse más por los problemas secundarios que le puede traer indirectamente el Parkinson: tener mucho cuidado con el riesgo de tropezar y de caídas peligrosas (por los trastornos del equilibrio); protegerse bien de infecciones respiratorias (ventilan mal) y de orina (miccionan mal); cuidar la deshidratación (por la mucha sudoración y mucha orina); cuidar una nutrición adecuada (no sólo consumir lo "fácil de tragar").  

¿Se puede prevenir la enfermedad?

     Hoy por hoy no se conoce una alimentación, estilo de vida o ejercicios que puedan proteger de padecer Parkinson.  

     Se está investigando hoy día sobre si algún medicamento (como la Selegilina = Plurimen) funciona como protector neurológico frente al Parkinson, pero los datos aún no son seguros. Los antioxidantes y la vitaminoterapia no han dado resultados positivos.

¿Se puede llegar a curar la enfermedad?

     Por desgracia no hay cura definitiva para el Parkinson. Por ello se dice que es una enfermedad crónica, progresiva e incurable.

     Pero hoy día hay diferentes recursos médicos y no-médicos para paliar los síntomas, ralentizar la evolución de la enfermedad, y mejorar eficazmente la calidad de vida de los enfermos. 

¿Qué me ofrece hoy la ciencia para luchar contra el Parkinson?

    Medicación antiparkinsoniana: fármacos que aportan la Dopamina que le falta al cerebro, o que ayudan a aprovecharla mejor.

    Medicación sintomática: fármacos que controlan molestias secundarias de muy diverso tipo.

     Intervenciones quirúrgicas: reversibles o irreversibles, que ayudan a seleccionados pacientes a aliviar el Parkinson.

     Rehabilitación: Terapias complementarias tales como logopedia, fisioterapia, hidroterapia, masajes, etc., que ayudan a mantener una vida activa y con el mayor grado de autocontrol de las funciones motoras.

¿Es frecuente la depresión en el Parkinson?

     Si, es bastante frecuente, y es el trastorno psicológico más citado en los pacientes con Parkinson.

     En un 40% de los casos se diagnostica junto al Parkinson, y a lo largo del curso de la enfermedad llegará a padecerla un 80% de los enfermos.  

     Las causas que originan la depresión son variadas : la propia enfermedad neurodegenerativa (alteración de neurotransmisores), mala aceptación psicológica de una enfermedad crónica e incurable (desesperanza, pesimismo, miedo a morir); y otras veces surge como efecto secundario de la propia medicación antiparkinsoniana.  

     Hoy día su médico dispone de fármacos muy seguros y eficaces para combatir la depresión. Asimismo, el apoyo de un psicólogo especializado le ayudará a superar este problema emocional. 

¿Qué otros problemas psicológicos pueden producirse?

     La angustia, la ansiedad y los ataques de pánico son menos frecuentes que la depresión en el Parkinson. Estos incluyen síntomas tales como inquietud, nerviosismo, temerosidad, preocupaciones excesivas, irritabilidad y agresividad, sensibilidad emocional incrementada, altibajos afectivos, somatizaciones (taquicardias, disnea respiratoria, pinchazos en el pecho, insomnio, etc.). Medicamentos tales como ansiolíticos y técnicas psicológicas de relajación y control emocional ayudarán al enfermo de Parkinson en un corto plazo.  

     La hipocondría es la creencia en que el paciente se va a morir pronto, la atención continua a síntomas físicos, el temor a estar padeciendo otras enfermedades graves (ataques cardiacos, tumores...), entre otros estados. Aunque es difícil de tratar, un psicoterapeuta experimentado le puede ser útil para controlar estos molestos estados.  

     Aislamiento social y Problemas de pareja (incluidos sexuales).  

     Alucinaciones (ver cosas que no existen), Delirios paranoides (ideas extrañas), Confusión, Síntomas Psicóticos. No los produce la enfermedad de Parkinson en sí misma, los suele generar un exceso de medicación como efecto secundario indeseable. Consulte rápidamente a su neurólogo y mejorarán los síntomas al bajar las dosis de fármacos antiparkinsonianos, o también puede darle una medicación antipsicótica adecuada (tipo Clozapina).

¿Voy a "perder la cabeza" por tener Parkinson?

     El Parkinson no es igual a la Enfermedad de Alzheimer. No están alterados los mismos neurotransmisores ni las mismas áreas cerebrales. No debe preocuparse por ello.  

      No va a perder el juicio ni el sentido común, ni se va a quedar sin memoria, tampoco va a olvidar el leer o entender lo que le dicen, ni va a perder inteligencia de modo que no pueda reconocer a sus seres queridos o saber qué día es hoy. Sólo una pequeña minoría de pacientes con Parkinson muy avanzado o con algún tipo de "parkinsonismo" van a llegar a desarrollar estos síntomas de deterioro mental que se llama "Demencia".  

      Para entendernos, el Parkinson afecta a las funciones motoras (movimientos), mientras que el Alzheimer afecta a las funciones cognitivas (mentales).  

      Ahora bien, bastantes enfermos de Parkinson sí pueden notar un enlentecimiento general de su psiquismo (bradifrenia), como una pérdida de velocidad de respuesta a los estímulos.

¿Qué son los parkinsonismos?

     Son enfermedades parecidas a la Enfermedad de Parkinson típica, pero que se diferencian en algunos síntomas y en su evolución. Se suelen llamar también Parkinson-Plus, o Enfermedades Multisistémicas Parkinsonianas (por ejemplo: Degeneración Nigro-estriada, Parálisis Supranuclear Progresiva, Atrofia Olivo-ponto-cerebelosa, Enfermedad de cuerpos de Lewy difusa, etc.).

     Hoy día se tratan con la misma medicación y rehabilitación que la Enfermedad de Parkinson típica (también se llama "idiopática").

¿Se diferencian en algo un Parkinson y un parkinsonismo?

     De forma muy genérica, se pueden apuntar las siguientes características propias de los parkinsonismos:

  • Responden peor a los fármacos con L-Dopa.
  • Se detectan otras áreas cerebrales afectadas, además de la Sustancia Nigra (típica de la Enfermedad de Parkinson).
  • Predomina la acinesia intensa, con escaso temblor.
  • La evolución es más rápida que en el Parkinson típico.
  • Puede haber mayor riesgo de deterioro físico (invalidez) y mental (demencia).
  • No son buenos candidatos para neurocirugía.

¿Es una enfermedad moderna y del mundo de hoy

     No. Su descubridor, el doctor inglés James Parkinson, describió ya en 1817 magistralmente la enfermedad, exactamente con los mismos signos que observamos hoy día. La llamó "Parálisis agitante", poniendo de relieve los dos "componentes" de la enfermedad, esto es la rigidez (parálisis) y el temblor (agitación).

¿Cómo podemos ayudar para que se investigue sobre la enfermedad de Parkinson?

      Las enfermedades del sistema nervioso, (Parkinson, Alzheimer, Epilepsia, etc.) son frecuentes, cada vez sabemos más de ellas, pero aún queda mucho por descubrir.  

      Pueden afectarnos a cualquiera de nosotros, a nuestros seres más queridos, a nuestros amigos.  

      La búsqueda de soluciones requiere el esfuerzo de todos, no sólo de los investigadores que trabajan, día tras día, para mejorar la calidad de vida de las personas aquejadas por la enfermedad, sino también y sobre todo, el de cada uno de nosotros

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