Y no tuve, la mano firme, la voz serena
lo cotidiano es un arduo trabajo con cadenas.
Siento el yugo de músculos ahogados,
Y mi piel abrazando movimientos extraños.
Si, aún mis ojos expresan libertades,
y mis palabras reclaman dignidades.
Mis ideas no viven en “on off” permanente,
y al amor no lo detiene ésta cárcel ausente.
Es montaña escarpada, camino de espinas
que impulsan a mi mente a buscar la salida.
Pinto con pincel o en palabras mis dolores,
los grabo en imágenes, los tiño de emociones.
Los transformo en masa, en retablos, en flores,
los escribo, los cuento, los enseño en clases.
Los desgrano, los rompo, analizo, deshojo…
Los compongo, los uno…
…. mientras los re- construyo.