Dentro de cada uno de nosotros existe lo que antiguamente los alquimistas llamaban la “Piedra Filosofal”. Esa sustancia que al contacto de cualquier cosa, era capaz de transformarla en oro. Pues si, ese mismo elemento tan buscado por mares y tierras, está dentro de cada uno de nosotros, solo falta descubrirlo y aprender a utilizarlo. P.Z.
Para mí el Parkinson era una enfermedad de la cual poco sabía. Pero pasado el tiempo, fui conociendo personas, buenos amigos, a quienes esta enfermedad ha afectado, por lo que comenzó a hacérseme más cercana.
La he visto dolorosa y cruel muchas veces, afectando vidas muy jóvenes, prometedoras carreras, situaciones de vida, familias, hijos pequeños. Y no niego que en muchos momentos me he descubierto enojada con "el Parkinson", con una sensación de impotencia, de la que las palabras cálidas de mis amigos afectados por él, me han hecho salir.
No soy más que una persona, a la que la vida le ha dado mucho, quizás demasiado… y les admiro enormemente.
Creo que sólo podré aportar, con lo que sé… algo de Psicología, y poesía… que espero les agrade.