Anthony Scelta era un ejemplo de salud. En 1995, a la edad de 25 años, estaba trabajando como entrenador personal.
"Un día me di cuenta que mis brazos se sentían rígidos, y me imaginé que era del exceso de ejercicio", dijo.
Pero a medida que la rigidez empeoró y desarrolló temblores en las manos, Scelta buscó consejo médico.
"Cuando me dijeron que tenía Parkinson no lo podía creer", dijo. "En aquel entonces, con 25 años de edad tener Parkinson era algo inaudito."
Según la Fundación Nacional de Parkinson, un 10 por ciento de los americanos que desarrollan la enfermedad se le diagnostica a una edad temprana, lo que se conoce como Parkinson de inicio temprano.
"El Parkinson es causado en parte por el medio ambiente y en parte por la genética", dijo Joyce Oberdorf, presidente de la fundación. "Con la exposición a toxinas ambientales en aumento, la incidencia de Parkinson también puede estar aumentando", agregó.
Señales de aviso de inicio del Parkinson de inicio temprano incluyen temblores pequeños, rigidez en las extremidades, un dolor incesante en un brazo o del hombro, e incluso una pérdida del sentido del olfato.
Si bien no existe una cura para el Parkinson a cualquier edad, los investigadores han encontrado que el ejercicio intenso puede retrasar la progresión de la enfermedad.
Algunos medicamentos también pueden disminuir la progresión, pero los expertos dicen que la mayor esperanza radica en células madre e investigación genética.
"Hoy en día puede hay mas esperanzas que nunca si alguien recibe un diagnóstico como éste, porque hay tantas cosas investigandose, ojalá sea pronto", dijo Scelta.
Scelta ha escrito un libro para ayudar a otras personas con diagnóstico de Parkinson de inicio temprano. Se llama "Desafiando la desesperación: alimentar la mente, entrenar el cuerpo, nutrir el alma."