La carta que nunca envié a Electra

Llegue a este planeta llamado Tierra llorando... ¿por qué sería?, pronto lo descubrí, porque a los 16 años, ya empecé a fijarme que mi pierna derecha, cuando estaba en reposo se movía, desde entonces hasta ahora he recorrido un camino muy difícil.

Me diagnosticaron Parkinson en 1977, cuando tenía 29 años un hijo de 4, una hija recién nacida y toda la vida por delante, no podía creerme que yo tuviera semejante enfermedad y no paraba de preguntarme ¿por qué a mí? : Pasados unos años, decidí no perder el tiempo en lamentaciones inútiles que nada me conducía y me propuse dar a conocer la enfermedad enseñando la otra cara del Parkinson, la cara que todos hemos tratado de ocultar, no saliendo a la calle cuando estamos en off, para ello dejé que me filmaran en los peores momentos, en los que la enfermedad se hacía dueña de mi cuerpo.

He participado en los cinco concursos de relatos convocados por la asociación de Parkinson Atorga, sólo por el hecho de participar, no se me pasó nunca por la imaginación que uno de mis relatos, pudiera llegar a ser finalista a nivel de toda España.

Quiero contaros lo que para mí ha significado que mi relato haya sido seleccionado.

La emoción que sentí cuando me llamó Electra por teléfono para comunicármelo es indescriptible porque esta noticia ha llegado en el momento más oportuno y me ha dado fuerzas para seguir.

 

Antes de la noticia, me sentía acabada, sin capacidad para plasmar mis ideas, casi entrando en una depresión, cosa rara en mi, porque en los 32 años desde que me pusieron el titulo de Enferma de Parkinson, sin haber hecho ningún mérito para conseguirlo, nunca he tenido una depresión que me durara mas de tres o cuatro días.

Gracias Electra por tener la idea de convocar este concurso que tanto me ha ayudado.

Carme Ovejero

Related Articles