
Al amanecer siguiente de la verdad sentenciada… ¿me querrás todavía?
¿Se habrán agotado mis lágrimas, después de mares de sollozos?
En mi pecho se acumula el dilema… y se va transformando, en una dura corteza que me reviste.
Me parece haber encontrado el lugar al que llegan las tristezas, después de presionarte fuerte el pecho… al silencio.
Un silencio que hace eco, de una queja muda, de quien mira pasar su vida, mientras el tiempo le va quitando ánimos y fuerzas. Mientras le quita el paso delicado, la voz fuerte y dulce, las emociones pintadas en la piel… Mientras aun conserva, tu aroma cuando nos abrazamos aquella primera vez, tu mirada profunda, tu palabra justa.
La incertidumbre hace fiestas, danzando en mi cabeza…
Al amanecer siguiente de la verdad sentenciada…
¿Se habrán agotado mis lágrimas, después de mares de sollozos?
En mi pecho se acumula el dilema… y se va transformando, en una dura corteza que me reviste.
Me parece haber encontrado el lugar al que llegan las tristezas, después de presionarte fuerte el pecho… al silencio.
Un silencio que hace eco, de una queja muda, de quien mira pasar su vida, mientras el tiempo le va quitando ánimos y fuerzas. Mientras le quita el paso delicado, la voz fuerte y dulce, las emociones pintadas en la piel… Mientras aun conserva, tu aroma cuando nos abrazamos aquella primera vez, tu mirada profunda, tu palabra justa.
La incertidumbre hace fiestas, danzando en mi cabeza…
Al amanecer siguiente de la verdad sentenciada…
¿me querrás todavía?