Problemas de suministro de apomorfina en España

Doce enfermos de Parkinson en Canarias y cerca de 500 a nivel nacional están en situación de riesgo al retirar el Ministerio de Sanidad el Apo-go cuando su sustituto, del laboratorio Archimedes, no está aún en el mercado. Desde la Agencia Española del Medicamento aseguran que está comercializado, pero el distribuidor en Madrid responde que aún no lo tiene.

Siete días le quedan a E.A.V., enferma de Parkinson desde hace 15 años, para que se le acaben las ampollas de Apo-go, medicamento que desde hace 4 años recibía puntualmente en casa cada tres meses, procedente de Inglaterra, y cuya entrada en España estaba autorizada por el Ministerio de Sanidad. Ahora han decidido prohibir su distribuición. Desde el momento en que se le deje de suministrar esta medicación, que su cuerpo recibe vía intravenosa a través de una bomba de inducción, esta mujer de 81 años quedará postrada en una silla de ruedas con serios problemas para respirar, comer y andar, e incluso con peligro de sufrir algún colapso.

En esta misma situación se pueden llegar a encontrar todos los pacientes en España que desde hace años reciben este tratamiento concreto, sobre todo, los que a día de hoy cuenten con pocas dósis de Apo-go en casa. La falta de coordinación entre la Agencia Española del Medicamento y el laboratorio Archimedes, fabricante del nuevo producto, a la hora de comercializar en España su sustituto, Apomorfina, puede ocasionar periódicamente una situación de desabastecimiento en el mercado y dejar a muchos enfermos de Parkinson sin el fármaco.

La respuesta de la Agencia Española del Medicamento es que el producto está comercializado, y en su página web aparece con esa anotación, pero lo cierto es que a día de hoy no hay farmacia en España que pueda servir las ampollas en un plazo menor a diez días, siempre y cuando estemos en Madrid, porque para el resto del territorio nacional el tiempo sería aún mayor. El canal de distribución de medicamentos en Madrid asegura que no lo tiene todavía en stock.
Las incógnitas sobre la Apomorfina Archimedes aumentan cuando preguntamos quién facilitará a los pacientes la nueva bomba que parece ser necesaria para su administración. ¿El laboratorio, el neurólogo -al que por cierto no se le ha comunicado de manera oficial la existencia del nuevo medicamento- o la farmacia?

El Servicio de Suministros de Medicamentos Extranjeros en Madrid remite a los pacientes a que se pongan en contacto con el laboratorio Archimedes para que ellos les facilite esa información. También, una vez son conocedores del problema puntual de E.A.V., se comprometen a a valorar su situación y hacerle llegar, de manera excepcional, un último pedido de Apo-go. Pero la alarma ha saltado, porque muchos pueden ser los enfermos que se encuentren con este problema cuando se les agote su pedido, si la comercialización de la Apomorfina no se agiliza y regulariza definitivamente en España.

Lo que resulta inadmisible para los familiares de E.A.V. es que, aunque su problema ha encontrado solución porque «nos hemos movido, tocando todas las partes implicadas, no todo el mundo sabe cómo afrontar esta situación. La enfermedad de Parkinson no es un catarro».

Fuente: Canarias7

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