La capacidad cognitiva de percibir el tiempo ha sido motivo de investigación a lo largo de la historia. Las teorías actuales refieren la dopamina como el neurotransmisor encargado del normal funcionamiento del «reloj interno»
El análisis del tiempo como variable en el cuerpo humano, cronometría, presenta 2 líneas de análisis distintas en el cuerpo humano. Por un lado, las respuestas biológicas que requieren de tiempos y ciclos reglados (cronobiología) y la capacidad cognitiva de percibir el tiempo. El proceso cognitivo de percepción y medición del tiempo puede dividirse en cronometraje controlado y automático. Este último constituye una capacidad esencial para la vida diaria del ser humano debido a que nos permite conocer el tiempo necesario para interpretar un instrumento musical, organizar un programa motor, producción de habla y cualquier otra praxia.
Pacientes con enfermedad de Parkinson presentan alteraciones documentadas en la interpretación del tiempo, encontrando una disminución de la velocidad del reloj interno, especialmente en los periodos cortos, en resumen las personas con enfermedad de Parkinson tienden a infraestimar el paso del tiempo.
Científicos identifican las neuronas que controlan la estimación del tiempo en el cerebro del ratón
Las neuronas de dopamina están implicadas en muchos de los factores psicológicos y trastornos asociados con los cambios en la estimación del tiempo. Se trata de factores como la motivación, la atención, el cambio sensorial, la novedad y emociones como el miedo o la sensación feliz. En los seres humanos, la destrucción de la sustancia negra causa la enfermedad de Parkinson, que también se sabe que perjudica a la percepción del tiempo.
El circuito dopaminergico y su activación en mayor o menor medida, explicaría el porqué, por ejemplo, tenemos la sensación de que el tiempo ‘vuela’ cuando nos divertimos y aparentemente se ralentiza cuando nos aburrimos.