Sexo, juego y enfermedad de Parkinson

Trastorno control de impulsosParafraseando el título de una famosa película de finales de los años '80 (Sexo, mentiras y cintas de vídeo), os proponemos un extracto de un articulo informativo sobre uno de los aspectos mas controvertidos de la sintomatología no motora de la enfermedad de Parkinson: el control de impulsos.

Añada entonces los trastornos del control de impulsos, como la compulsión patológica por los juegos de azar y la hipersexualidad, a la lista de posibles problemas de tipo no motor que podrían ocurrir a los individuos con la enfermedad de Parkinson.

Estudios recientes sugieren que los comportamientos impulsivos seriamente discapacitantes pueden ocurrirle a entre el 3 y el 5 por ciento de los pacientes con enfermedad de Parkinson, afectando a individuos en todas las etapas de la enfermedad. La incidencia exacta de tales trastornos no está completamente clara puesto que estos comportamientos suelen mantenerse en secreto y por lo tanto nunca se reportan en las visitas médicas.

Pero a medida que se vuelve más claro que algunos medicamentos antiparkinsonianos juegan un papel importante en el desarrollo de los trastornos del control de impulsos, es de suma importancia que los profesionales clínicos examinen esta posibilidad, y que los pacientes y sus familiares reporten de inmediato al médico cualquier inquietud o cambio en el comportamiento.

Los trastornos del control de impulsos se caracterizan por la incapacidad de resistirse a un impulso, instinto o tentación dañino tanto para el individuo como para los otros. Los comportamientos suelen ser motivados por la esperanza de placer o gratificación y, en las personas con Parkinson, típicamente involucran el sexo, los juegos de azar y el abuso de medicamentos antiparkinsonianos.

Las compras compulsivas, las comilonas patológicas y otros comportamientos por el estilo, también pueden ocurrir. En casi todos los casos, el comportamiento compulsivo que acompaña al Parkinson o a sus medicamentos, no tiene correlación con la personalidad del individuo antes del Parkinson. El problema tiende a ser más serio entre las personas cuya enfermedad de Parkinson está más avanzada y que toman altas dosis de medicación antiparkinsoniana para preservar la función motora.

Se cree que los trastornos del control de impulsos están relacionados con anormalidades en el “circuito de recompensas” del cerebro, el cual es también un sistema neuronal mediado por la dopamina, y sensible a los medicamentos dopaminérgicos. No está claro aún por qué solo algunos pacientes se ven afectados y otros no, pero una posible respuesta puede hallarse en las diferencias genéticas en el sistema dopaminérgico.
Al igual que en la población general, los problemas de comportamiento parecen ser más comunes en los hombres que en las mujeres con Parkinson, y en pacientes cuyo comienzo del Parkinson es a una edad más joven.

Con frecuencia, se presenta más de un trastorno del control de impulsos, algunas veces se acompaña de síntomas psicóticos (es decir, alucinaciones o delirios) o de un trastorno del estado de ánimo (depresión o ansiedad). Los comportamientos impulsivos en las personas con Parkinson también pueden ser una característica de una perturbación maniaca o hipomaniaca, las cuales típicamente se caracterizan por estados de ánimo persistentemente elevados, expansivos, de grandiosidad o de irritabilidad.

Podéis leer el articulo completo en este enlace:El juego, el sexo y...¿la enfermedad de Parkinson?

 

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